lunes, 8 de mayo de 2017

Palabras y su esencia: tocar el cuerpo

Movimientos de apertura.
Una palabra puede remitir al mundo vacío de exploraciones y cubierto de ficciones.
Una palabra que toca el cuerpo y le permite el llanto, la risa, sentir lo real.
¿Pero qué escuchamos cuando ésta llega a nosotros?
En esa instancia la hemos transformado.
Ya no quiere decir solamente un sentido sino que remite a múltiples sentires.
El alma se moviliza desde el lenguaje.
Ese que un día configuro el cuerpo y le puso un nombre. Dándole vida a la carne con la imperiosa caricia del deseo.
Y así fue que el tiempo ha quedado a un lado, porque aquello que habita los cuerpos no sigue su lógica.
Los amores y los duelos atravesaran la historia e inventarán un tiempo nuevo.
Esos que, paralelos a lo cotidiano, se asoman para relatarnos que los hábitos y rutinas que tanto nos sujetan no callan la voz que se quiebra para ser vista.
La pregunta por aquello que mueve o que quizás paraliza, abre un espacio. Brecha subjetiva que no viene a mentir sino a revelar.
Las máscaras se vuelven transparentes ante el empuje de lo sombrío que lucha por hacerse ver.