miércoles, 28 de diciembre de 2016

...Silencio...

La contemplación de lo circunstancial lleva poco a poco a la pregunta sobre la existencia, la esencia y el Ser.
 ¿Qué certeza basta para comprender lo infinito?
Como humanidad, llegamos y partimos, dejamos de respirar y en otros sitios/momentos abrimos los ojos por primera vez..
 Cíclicamente nos vemos en un continuum de creaciones históricas, artísticas y delirantes sobre la envoltura de un planeta que "nos pertenece" pero nos antecede.

¿Cómo es posible creer que todo en el mundo nos pertenece?
Somos parte de él, somos fruto de él, y lo transformamos momento a momento.
Mas allá de lo terrenal, el mundo es aquel del que podemos hablar, simbolizar, crear.
¿Cuál mundo es el que ves cuando tu mente recorre por las cosas?
Observar es un misterio en el que, mientras podemos captar indicios claros sobre lo oculto, secreto o ausente, se encuentra velada una esencia. Aquella que como una rosa en mi escritorio, puede emanar un perfume incomparable, pero solo abriéndose el cajón indicado, la rosa se deja ver.
Las puertas se abren con renuncias, finales, cortes, exabruptos... ¿Por qué?

(..Silencio..Silencio... El aire que ingresa lentamente, pronto intenta irse... irse para siempre)

El espacio, la pausa se asemejan a un corte, a un final, a la muerte. Palabra que carga con los temores del mundo.
¿Acaso no entendemos que sin ella la vida no tendría el mismo valor?
Reflexiones sobre ello hay infinitas: "Si mañana muero, hoy ...."
El valor del presente radica en que, si se imagina "muerto", se vuelve feliz inmediatamente.
Si la alegría es una defensa contra la muerte pero no se reviste de Ser, de cuerpos y de arte... Es simplemente una ficción que espera al próximo acto para convertirse en tragedia...
Poco y nada conozco del teatro, pero mucha ficción me recorre las venas.
Ficción para construir personajes que juegan a vivir...
¿la realidad que es para tu mente?
..Lo cotidiano quizás.. "Lo de siempre..lo que se ve"
Eternizamos nuestra historia, nos inventamos la inmortalidad aunque afirmemos que "todo se acaba". Claro está que no entendemos nada de la muerte y por ello nos conducimos a ella como si jamas fuéramos a desaparecer.
La energía que nos sostiene, se escapa vibrante, por los rumbos de la ficción. Recorre los cuerpos de manera casi imperceptible, dejando colores para ser vistos y sombras para ser interpretadas.
¿Hacia donde vamos cuando soñamos con el mañana?
Importan mucho los suspiros, intuitivos que nos guían.. Importan las palabras que construyen al pensamiento, ese que se vuelve un enemigo cuando lo sombrío no puede ser nombrado.
Importa el tiempo. Que se va sin retorno pero no nos deja de impulsar.
Ojala que el pulso y los signos de vida en lo humano estén bañados de preguntas, sonrisas silenciosas y vínculos de amor.
Es el Otro quien te mira para mirarse a si mismo. Solo con ese espacio de amor entre "uno y uno" se producen los simbolos que representan la grandeza de conectar individualidades perdidas, soledades sin causa y promesas deshechas.
No todo debe ser revelado. No todo puede ser dicho. No todo nos pertenece. La eternidad que nos creamos para decir m"hasta mañana" tiene fecha de caducidad.
Y eso desconocido nos invita a conocernos.


(..Silencio..ojos cerrados.. La vida corre buscando ser alcanzada, solo a través de la quietud..)