sábado, 31 de diciembre de 2016

Luz de sombras


¿Cuántas veces las palabras te quemaron por dentro y sentiste que la vida se iba lentamente por la respiración entrecortada que salía entre tus lágrimas?
¿Cuántas veces no dejaste de creerte lo que otros te inventaban para no verte crecer?
¿Cuántas veces renunciaste a las esperanza de vivir y luchar para conseguir un día mas de sonrisas porque te convencieron de que nunca ibas a ser feliz?
El cianuro esta en la letra, en los ojos que te miran mientras te hablan con rencor, con odio y con desprecio.

"El verbo se hizo carne y habito entre nosotros" .. Y si el verbo es morir, violentar, manipular, odiar. ¿eso también me habita?

Que triste cuando la violencia sobrepasa a los hombres, los aplasta, con el permiso de de la humanidad.

Foucault resaltaba que el poder no es algo que se posee sino que se ejerce. Pero si el ejercicio de poder lastima los cuerpos y turba las mentes, la muerte ronda sin dudas los pasillos.

Pero existe una alternativa: el deseo de luchar y posicionarnos como contrapoder del opresor, en la cual la meditación se vuelve el primer paso para la ejecución inteligente de una solución de vida.

  • No te calles
  • No renuncies
  • No te dejes aplastar


Si existen palabras que buscan tu muerte, no ofrezcas tu cuerpo y tu espíritu para que puedan cumplir el efecto.

Esperar y respirar, caminando hacia la salida. Porque la luz al final del túnel siempre es la vida.



viernes, 30 de diciembre de 2016

Jugando a ser Dios.

Diferencias y tragedia son los polos de la intolerancia. Hablemos de la ilusión de querer sostener la igualdad en todo momento. Pensar de la misma forma para incluir(nos) en el discurso y de lo contrario, ante la disidencia, hay crimen, prejuicio, malestar.
Pero claro, los enojos ante las grietas se justifican con ideología y paradigmas (en los casos mas leves, ya que la muerte tanto física como psíquica son respuesta ante lo distinto: femicidios, violencia, bullying, coacción). Mi pregunta es. ¿Con-vivir con la otredad nos da tanto miedo?
No lo creo, es un disfraz del deseo de unificar y dominar desde la paridad.
Pero si considero que angustia hasta las venas sentirse diferente, hasta el punto de no saber como Ser.
Si la diferencia me angustia es porque me borra. (Imaginariamente)
Me ofrece un vacío donde creía completud. Y en ese caso parece ser que al humano se le acaba el camino y empieza a correr en círculos, acercándose cada vez mas al abismo por si no encuentra una forma de crear una solución mas ingeniosa que la muerte, propia o del otro.
Hagamos una pequeña analogía entre un acertijo y un hueco. El acertijo se presenta ante el hombre como un desafío para sus habilidades y aunque no sepa que hacer, hasta arribar a un sentido. Pero ante un hueco surge en al hombre el vértigo, temor e incertidumbre. Esa bendita tortura.
Que ironía necesitar los huecos para existir: nacemos de uno, nos alimentamos de otro, escuchamos por otro, llegamos a sentir placer por cada uno de ellos (Boca, sexo, oidos, nariz)...
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"No te tolero porque no me veo en tus ojos.
Tu reflejo me borra
Ya no encuentro sonrisas para marcar los rostros. No las veo en el mio y tampoco en los del mundo.
Me ahogo en la espera de encontrarte sin cambios, sin matices ni fisuras."

Así nos hablamos todo el tiempo y ¿así creemos construir unión? Buscamos cada vez mas las soledades.
Ibtentamos respaldar al "si mismo" a toda costa (aquella que margina y deja por fuera a los No, a las diferencias, fallas, ausencias, ambivalencias y contradicciones)

Claramente por ello el ser supremo que tanto intentamos construir con palabras es un Ser completo, sin faltas ni carencias pero sin embargo, nos necesita en su creación y nos da un lugar central en su creación. ¿Acaso tanto teníamos que parecernos a Dios que buscamos imitarlo todo el tiempo?
La idea de Dios nos esta ahogando. No la fe en un Ser Divino. La idea de ser como Dios nos sobrepasa.
No podemos mirarnos con falencias y juzgamos las miserias que proyectamos como una película de terror sobre los demás. "Que terrible debe ser vivir como tal o cual.."
¡Que terrible que es vivir! Dejemos ahí la frase para abrir preguntas, dejemos de mentirnos buscando "el progreso" cuando buscamos masificación protectora de idiotas (aquellos que se quedan sin ideas).

La ciencia fracasa cada vez que por intentar acemejarse a Dios buscando completud y no-fisuras, deja por fuera elementos que nos constituyen como creación inexplorada.

La humanidad sigue sin entender su condición. Por eso se extingue hasta que lo único igual que perdure sobre la especie, sea la nada. Y que ironía, crearemos lo que tanto nos inquieta: mas vacío.




jueves, 29 de diciembre de 2016

Amor

Los humanos y el mundo del deseo
¿Qué es el deseo?
Quiero pensarlo como algo que va más allá de los anhelos de posesión y soberanía. Lacan supo explicar su teoría diferenciando el deseo de la necesidad. 
Las necesidades que portamos pueden ser satisfechas, pero no ocurre lo mismo con el deseo. Este último se produce por y al rededor de una falta, con lo cual, cualquier sujeto que se proponga alcanzar el límite máximo del deseo, se enfrentará a resultados muy disímiles:
 o fallará en el intento o perderá por completo su sano juicio.
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Parto desde aquí para pensarme, para pensar la condición existencial de 'desear para vivir' y por lo tanto relacionarnos con lo ausente para aspirar a Ser.
Es preciso abstraerme de mi sustancia material para penetrar en lo impensable de mi propia vida. 
Estoy comenzando a comprender aquella conceptualización referente al Deseo que lo plantea como una fuente de energía que no siempre se visibiliza y que, por momentos, se vuelve una consecuente búsqueda de incógnitas en la cual nos esforzamos por encontrarle sentido y orientación. 
Volviendo  a Lacan puedo decir que esto tiene su orígen en que nuestro Deseo se erige en el campo de un Otro, (el inconsciente) un otro que nos imprime el deseo y nos erogeniza. Asi es como desear se convierte en un producto/proceso social.
Entonces... los deseos que creemos propios ¿realmente lo son?. 
Los deseos se vuelven propios cuando nos animamos a comprender y aceptar su orígen mítico, permitiendo que afloren posibilidades de acción innovadoras y revolucionarias en el campo de lo cotidiano y "consciente". 
Tomar decisiones ante la falta, implica una transmutación de esta energía que emana de la fuente deseante inscripta en nosoros e inmutable hasta nuestra muerte.
Ahora, si el deseo viene del otro ¿quien elige?
¿quien habita los "pensares" y "sentires" que creemos plenamente nuestros?
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Me interesaría hablar del amor..
¿Cómo sabemos cuando amamamos?¿Quién nos enseña a hacerlo alguna vez?
 Si al nacer, cuando tan frágiles somos, aprendemos primero a recibir el amor de aquellos "Otros", los habitantes inconscientes. Aprendemos primero a ser amados y amar es percibido dolorosamente como renuncias, a las egocéntricas formas de supervivencia.
"Amar duele" dicen por ahí.. ¿y si pensaramos que "Amar es un duelo"? 
Un duelo: bordear el hueco de dar(nos) desde lo que no tenemos, crear e inventarnos todo el tiempo, lanzando y re-lanzando el deseo hacia donde pensamos que se emitirá un retorno, casi como un juego en el que seducir implica el riesgo de vaciarnos, pero conlleva la ilusión de la unidad con aquello que alguna vez, perdimos.
¿Qué hay de nuevo en mis palabras si todo lo que plasmo puede hallarse entre los escritos psicoanalíticos que tanto amo explorar?
La novedad radica en que mientras escribo, me gusta pensar que alguien más puede sentir entre las palabras una sensación calurosa de reconocimiento. Si. El amor, de hecho, también implica un reconocimiento, constante, de aquel Ser que elegimos casi sin saber porqué y que, aunque este revestido de idealizaciones, puede siempre sorprendernos, si estams abiertos a encontrar algo mas allá de lo imaginario.
Si nos permitimos fantasear y a la vez admirar a un Ser distinto del que imaginamos podemos inventar un lazo mítico, un lazo simbólico, un lazo de amor.
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El malentendido surge entre lenguas distintas. Y, como Seres habitados por el Deseo de "habitantes inconscientes" muy particulares para cada sujeto, aprendemos lenguas distintas, la hablamos de manera diferente y nos entendemos solo a través de los "cuasi acuerdos" en donde aunque no- todo-se-explica, algo se anuda y cobra sentido.
Mis palabras se escriben con una infinidad de representaciones que nos serán las mismas a las que surgen al ser leídas.

Ese juego en el que intentamos unirnos, inventando claridad circunstancial para "entendernos" y tolerar nuestras distancias, es el amor.

El amor nos otorga un derecho y un deber. 
El derecho de Buscar y el Deber de Crear.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

...Silencio...

La contemplación de lo circunstancial lleva poco a poco a la pregunta sobre la existencia, la esencia y el Ser.
 ¿Qué certeza basta para comprender lo infinito?
Como humanidad, llegamos y partimos, dejamos de respirar y en otros sitios/momentos abrimos los ojos por primera vez..
 Cíclicamente nos vemos en un continuum de creaciones históricas, artísticas y delirantes sobre la envoltura de un planeta que "nos pertenece" pero nos antecede.

¿Cómo es posible creer que todo en el mundo nos pertenece?
Somos parte de él, somos fruto de él, y lo transformamos momento a momento.
Mas allá de lo terrenal, el mundo es aquel del que podemos hablar, simbolizar, crear.
¿Cuál mundo es el que ves cuando tu mente recorre por las cosas?
Observar es un misterio en el que, mientras podemos captar indicios claros sobre lo oculto, secreto o ausente, se encuentra velada una esencia. Aquella que como una rosa en mi escritorio, puede emanar un perfume incomparable, pero solo abriéndose el cajón indicado, la rosa se deja ver.
Las puertas se abren con renuncias, finales, cortes, exabruptos... ¿Por qué?

(..Silencio..Silencio... El aire que ingresa lentamente, pronto intenta irse... irse para siempre)

El espacio, la pausa se asemejan a un corte, a un final, a la muerte. Palabra que carga con los temores del mundo.
¿Acaso no entendemos que sin ella la vida no tendría el mismo valor?
Reflexiones sobre ello hay infinitas: "Si mañana muero, hoy ...."
El valor del presente radica en que, si se imagina "muerto", se vuelve feliz inmediatamente.
Si la alegría es una defensa contra la muerte pero no se reviste de Ser, de cuerpos y de arte... Es simplemente una ficción que espera al próximo acto para convertirse en tragedia...
Poco y nada conozco del teatro, pero mucha ficción me recorre las venas.
Ficción para construir personajes que juegan a vivir...
¿la realidad que es para tu mente?
..Lo cotidiano quizás.. "Lo de siempre..lo que se ve"
Eternizamos nuestra historia, nos inventamos la inmortalidad aunque afirmemos que "todo se acaba". Claro está que no entendemos nada de la muerte y por ello nos conducimos a ella como si jamas fuéramos a desaparecer.
La energía que nos sostiene, se escapa vibrante, por los rumbos de la ficción. Recorre los cuerpos de manera casi imperceptible, dejando colores para ser vistos y sombras para ser interpretadas.
¿Hacia donde vamos cuando soñamos con el mañana?
Importan mucho los suspiros, intuitivos que nos guían.. Importan las palabras que construyen al pensamiento, ese que se vuelve un enemigo cuando lo sombrío no puede ser nombrado.
Importa el tiempo. Que se va sin retorno pero no nos deja de impulsar.
Ojala que el pulso y los signos de vida en lo humano estén bañados de preguntas, sonrisas silenciosas y vínculos de amor.
Es el Otro quien te mira para mirarse a si mismo. Solo con ese espacio de amor entre "uno y uno" se producen los simbolos que representan la grandeza de conectar individualidades perdidas, soledades sin causa y promesas deshechas.
No todo debe ser revelado. No todo puede ser dicho. No todo nos pertenece. La eternidad que nos creamos para decir m"hasta mañana" tiene fecha de caducidad.
Y eso desconocido nos invita a conocernos.


(..Silencio..ojos cerrados.. La vida corre buscando ser alcanzada, solo a través de la quietud..)


martes, 27 de diciembre de 2016

Re-encuentros

"No soporto las despedidas"
Una de las tantas frases que me habitan. Me recuerda al miedo de perder/morir/ser olvidados.
¿Miedo a despedirnos o miedo a re-encontrarnos? O quizás a no volver a hacerlo.
Cambiar es partir.
En cada despedida nuestro miedo a cambiar (tan constitucional del ser humano) se refleja disfrazado.
Perder, tomar distancia, vivir lo inesperado... Nos interpela.
¡Cuantos absurdos revisten los miedos!. Sin embargo, el miedo reviste de formas extrañas al deseo.
Deseamos porque algo nos falta y que vamos a hacer ¿crear sobre el vacío o tapar por momentos los huecos que nos marcan?
No es fácil.
Crear es leer los miedos, convivir con ellos, aterrarnos con su incertidumbre, y llegar a leer el deseo que se esconde.
Este miedo a despedirme me lleva a pensar que le temo a los re-encuentros donde el cambio atraviesa la historia en tiempo y espacio, donde sin recurrir a la flexibilidad para afrontar los movimientos de vivir, me hundiría en angustia. Ese afecto sin representación (Como diría Freud) que si desborda me quita de la escena.
En cambio, animarse a sondear los caminos del deseo, implica recrear bordes a los vacíos, fluir con lo que no se conoce. Leer.
Escuchar.
¿Acaso al empezar un libro arrancamos por el final?
La vida es aprender a leer, y aunque nos salteemos un par de hojas, en algún momento retomamos algún renglón del pasado para entender mejor.


"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable."
Esta frase es de Galeano y me pregunto...
¿Como la leíste? ¿Que sensaciones viviste? ¿tuviste miedo cuando de presentó ante tus ojos?
No todo en este camino es una bella frase.. Las perdidas y vacíos nos consumen por momentos...
Escribir nuestras propia frases, inventarnos desde la nada que tanto nos angustia, modelar los miedos es VIVIR Y BORDEAR LOS ABISMOS QUE NOS INVITAN A MORIR.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Necesidad.

¿Qué es lo que se necesita?
De momento puedo pensar en esto y replantearme: si deseamos aquello que nos hace falta o si nos hace falta lo que deseamos. Lo cierto es que existe un sentido que significa a la necesidad y eso es subjetivamente especial. Podemos y de hecho, necesitamos en infinidad de ocasiones, hacer lo que no deseamos en absoluto.
Depositamos energía en lo que nos distrae. O nos distraemos dejando pendientes nuestras faltas.
 Es así como me acerco a la comprensión de aquellas elecciones mortíferas inconscientes, en las que nos sumergimos para explorar el placer transgresor y el castigo de la máxima autoridad psíquica. Pero sea cual sea la elección que emerge y se manifiesta en la voluntad de una persona, esta motivada (en palabras de Maslow) por la necesidad.
Entonces ¿necesitamos el dolor?, ¿los celos? ¿la envidia? ¿lo oscuro?
Por un lado creo en que cada emoción o sensación estan presentes en la humanidad para que sean experimentadas, transitadas y descubiertas para aprender y forjarnos desde ellas pero no sumergidos en ellas.
Por otro lado creo que las sensaciones que nuestra consciencia percibe, son vestigios de una fuerza latente que se oculta detrás del afecto perceptible.
Solo vivimos y operamos desde aquellos recursos mediadores entre nuestro interior inexplorado y el mundo exterior conformado socialmente como un convenio protector para la supervivencia.
Este mundo interior quedó rechazado del "convenio social" por el miedo. El miedo al sin saber, el miedo al origen de todo, a nosotros mismos.
Allí donde esta la duda, existe una lucha entre los dos mundos. Donde esta la culpa se encuentran la negación del deseo interior y la censura del convenio exterior que también nos habita.

Necesito el deseo y necesito el convenio. Esto implica que resulto de ellos, me recreo en el ínterjuego entre lo mio y lo adquirido. Todo el tiempo.

Lo increíble es: mi mundo interno esta construido por lo fantasmático de mi historia, por los resabios de etapas iniciales de exploración en un mundo terrenal. Está iluminado por la fuerza espiritual e inexplicable que solo la fé puede definir. Pero esto seria un tema que desarrollaría al hablar de las creencias y su procedencia, no de la necesidad.

Necesito y necesitamos creer, pero antes de hacerlo, sentimos, nos extasiamos de vivencias que nos exceden.
Hoy creo que necesitamos reconstruir las sensaciones que tuvimos antes de que existan los mundos divididos, necesitamos volver a sentir lo que somos en esencia.

domingo, 25 de diciembre de 2016

~•Fragmentos de ensueños•~

    "Jamas podemos olvidar quienes somos, si alguna vez lo supimos.
 Soy en tanto me transformo y a su vez siento que soy cuando me contemplo en esencia viva.
El enojo y el odio fuertemente enraizados a representaciones incrustadas en un pasado sobreviviente, viven por una necesidad: recordar un dolor sostenido como sufrimiento, a lo largo de décadas, que en principio tuvo mucho por decir y quizás nadie lo supo leer.
Estos afectos retornan en cada frustración, en cada inseguridad y en cada miedo, retornan sobre la respiración.
Encarnan. (pero...¿dónde?)
Existen tiempos para sentir y tiempos para el sentido.
Éstos se fusionan, se distancian y se reconectan, porque el tiempo es sabio al avanzar, aunque la humanidad no lo alcance.
Él corre mientras nos grita: ¡no me alcancés, tu lugar es donde pisás y respirás, yo me encargo del futuro!
Y aquí estamos, hablando de emociones antiguas. Las que anhelaron vivir en un presente que ya se volvió pretérito. Me remito a ellas para dejarlas ser y permitir que me guíen. En ellas ¿soy yo?, por ellas ¿soy yo?, solo se que operan, funcionan y comunican todo el tiempo entre la incertidumbre y la duda.
Duda: ella reclama mi humanidad."
 Las elecciones en la condición humana son solo las vías para conocer quienes somos.
Lo que consideramos como errores, me atrevo a suponer, son expectativas fallidas de un Ser frente a su realidad circundante, frente al mundo que creó (y lo creó) con sus reglas y con sus secretos.
No aceptamos el error por naturaleza, nos rehusamos, en el fondo (y en lo cotidiano), a descubrir qué sentimos y qué emana de nuestra propia espontaneidad. Culpa, miedo, fatiga y resignación son manifestaciones próximas a la contemplación de un fallido revelador: éxtasis de un inconsciente motorizado por el amor y por el odio que luchan por subsistir. ¿Que ocurre con la posibilidad de asumir(nos) detras de lo que "falla"? ¿Que ocurre con escuchar lo que negamos cuando nos remitimos al equívoco? ¿Cuantas máscaras podrá crear el miedo (o el deseo)?
Así comienza una nueva historia.
Así quiero elegir contarla.
Me detengo para crear y recrear los mundos que me trajeron hasta el presente y solo puedo inventarme desde la opción de sanar lo que me ha consumido, lo que ha generado en mi tanta ira, odio, tanta melancolía y nostalgia, tanto apego a construcciones desconocidas que de repente se vuelven parte de mi escena.
Las palabras son la fuente de esa sana-acción que descubro entre oraciones.
Las palabras encarnan las historias y le dan sentido a los sinsabores del fantasma, ese que actúa rimbombante por las calles del silencio (o quizás del ruido) donde se emplaza un paradigma lleno de resistencias para mirar mi propia puesta en escena: Mi vida (que aun no se hasta donde me pertenece).

 Las palabras pueden llevarnos al paraíso o levantar las murallas de un corazón en el infierno.