sábado, 1 de julio de 2023

Es hora...

 Si no hubieras sido cruel

Hoy me molestaría el ruido de la calle

No soportaría el andarivel, 

Ese de las despedidas.


Si no hubieras sido cruel

Lloraría ante una bohemia melodía 

Y sonreiría ante las fotos, 

Esas que invaden mi memoria.


Si no hubieras sido cruel 

Comprendería mejor los orígenes 

No serían tinieblas las verdades

Ni preguntas abiertas tus silencios.


Si no hubieras sido cruel 

Jamás lo sabremos.

¿Ya no estás?

Es hora de tu ausencia.


lunes, 7 de noviembre de 2022

Distancias

Transitar los carriles de la memoria
por océanos de imágenes atentas
sospechosos e incomprensibles recuerdos
en fin, tesoros de altura.

Vaya si el tiempo comprende
las luces sonrojadas por el mañana
piden acaso el uso del silencio
¡Vaya si el tiempo comprende!

Sabores que aluden a lo inalcanzable
procesos que no admiten retorno
carcajadas con aire entrecortado
porfiada forma de existencia

Lo inagotable de tu viaje
se hace carne en los detalles
las hojas que el viento amontona
y las desconocidas miradas apacibles

Volcar entonces los sonidos
en el remanso del texto
el cobijo de la escucha
y la piel que no encuentro.

Eso somos, lo que ya no vemos.




martes, 28 de abril de 2020

Lazo social en tiempos de pandemia

Hace tiempo los profesionales de las ciencias sociales vemos la incidencia de lo virtual en las maneras de vincularnos.  Nos hacemos preguntas e indagamos la dimensión ‘sujeto' desde diversas disciplinas. Pero, sin lugar a dudas, la emergencia epidemiológica mundial nos interpela como sujetos, interpela ese precario “saber hacer con los otros. Evidenciamos que si bien las conexiones virtuales permiten un “como si…, podríamos vernos…”, es la corporeidad la que nos falta. Develamos que en verdad las nuevas tecnologías no vinieron a reemplazar lo humano por mayores investigaciones que puedan encontrarse al respecto. Pero, ¿cómo soportar el aislamiento aun en tiempos de hiperconexión en red? Cada quien podrá formularse una respuesta singular ya que es un cuestionamiento central en estos días. Por otro lado, de manera colectiva, lo que permitirá mitigar el yugo de la soledad es la posibilidad de un proyecto. Lo importante de éste ultimo es que permita distinguir un “hacia donde". En Argentina, el discurso presidencial invita a un compromiso social, se ofrece como marco, con reglas del juego (que tienen fuerza de ley) que operativizan el deseo (en el mejor de los casos) de continuar.  Sin embargo la posibilidad de un proyecto sostenido en ideales tiene una raíz constitucional y estructural en nuestro psiquismo; es decir que en estos momentos de crisis social habrá quienes no encuentren posible la apelación a  discursos que amarren y fomenten el lazo social (a pesar del distanciamiento). Por ello también, evidenciamos casos de transgresión ante la única ley que hoy nos promete conservar la vida o al menos no propagar el contagio del COVID-19: “Quedate en casa".
Ir mas allá de la ley es una constante en la humanidad que genera diversos malestares según las épocas. En la actualidad, los ataques de pánico, la ansiedad, los dolores del cuerpo, las problemáticas de consumo son algunos rostros del dolor de existir. Lo necesario hoy es la apelación a la responsabilidad, esa dimensión que nos hace sujetos, que humaniza en tanto nos permite responder. El mecanismo necesario para lo que acontece es una apuesta a la creación, tomando valor de esta pausa contingente que incluso subvierte nuestros horarios, rutinas, en si mismo, nuestras categorías de espacio y tiempo que humanamente normalizamos con las tareas y practicas cotidianas. Nietzsche en “Así hablaba Zaratustra” echaba luz sobre ello: “¡Solitario, recorres el camino que ha de conducirte a ti mismo! (…) Amo al que quiere superarse creando y así se encamina a su ocaso"; Crear puede implicar una trasformación de aquello que hasta ahora nos sostenía, es decir, las actividades seriadas que llenan el calendario y que hoy cambian su sentido cuando pueden poner en riesgo nuestra salud o la de quienes apreciamos.
Sobre los huecos (del calendario y de nosotros) es preciso inventar sentido. ¡Vaya que se necesita recursos simbólicos e imaginaros! Sin embargo, aunque solos y solas, de manera colectiva emergen nuevos rituales como el aplauso a las 21:00 para apoyar a profesionales de la salud, videos y entretenimientos virtuales que simulan un acercamiento, comunicaciones on-line múltiples que nos figuran escenas de 'reunión y presencia'.
Nos amarran los simbolos, las palabras y lo artesanal, mas aun en estos tiempos. La creación de banderas y pañuelos blancos que visualizaron la Memoria dante el 24 de marzo en Argentina reinventó un modo de marchar aunque no podamos hacerlo en las calles.
Estamos ficcionando, desde lo virtual, desde donde podemos responder. Y lo hacemos entre balcones, detrás de los muros o rejas, repensando en el encierro un lazo social posible. Por lo pronto, es un momento oportuno para cuestionar el cómo y desde dónde nos relacionamos, las cosas que importan y aquellas que pueden esperar.
Mas allá de 'lo bueno y lo malo', es un momento de nuevas respuestas. Para reflexionar sobre esto apelo a las palabras de Jorge A. Degano en “La responsabilidad precluida” (2011): “Cuando la responsabilidad se diluye, ocurre lo que se llama vaciamiento-que podemos decir subjetivo- en tanto y en cuanto lo que se esta diluyendo es la responsabilidad y con ella la condición subjetiva y la identidad -singularizada- del sujeto del acto”. Retomando la importancia del proyecto, ¿cómo seguirán nuestras relaciones sociales? ¿el aislamiento dejara huellas sobre como transitar la vida? ¿Repensaremos algo de la categoría del encierro? ¿Qué implica estar encerrados? Ya sea que hayamos transitado a solas o acompañados este aislamiento ¿qué aprendimos?
Si la angustia emerge ante lo siniestro, lo desconocido, lo “sin nombre”, ¿Cómo hacemos para tramitarla? ¿Cómo envolvemos una amenaza a la existencia? Transitar estas preguntas se vuelve necesario para imaginarizar el paso del contacto a través de “redes sociales” (lo virtual)  al contacto interpersonal (lo humano) que nos espera luego de que desaparezcan  los riesgos de contagio. Recuperar el contacto físico y volver a la “normalidad" no implicara seguir en  “lo mismo de siempre". Lo diferencial será el modo en que apalabremos, y ritualicemos este hito en la historia. La pandemia tendrá sus efectos en el lazo social y solo ulteriormente podremos analizarlos. Hoy sólo podemos apelar a un contrato social que atenúe  las ausencias.

lunes, 9 de julio de 2018

Desatino

Rompo, quiebro y flagelo
las alas de la memoria
No es visible lo que acontece.
¿Estoy siendo?
Aporía irresoluble.
Te pienso innumerables veces
que ya siento no pensarte,
sino pensar a través de tu imagen.
Silueta frágil que es y a la vez parece aquello lejano y próximo que angustia.
Ciclo sin fin del hecho sin texto.
Círculo de vicio o espiral a destiempo.
Ojalá que tu presencia no remita a lo secreto, ojala que mi vivencia cause un brillo en tu silencio.
Lo imposible se vuelve mediato y reverberan las voces que me instan a seguir.
Aquello que busco no tiene nombre, quizás entonces, sé de que trata pero enlazarlo a palabras le da estatuto viviente.
Vive aquello que ya era de otra forma.
Vive lo que ha sido y no puede dejar de hacerse presente.
Aquello intermedio entre dos nombres posibles o polos cargados de sentido. El medio es lo incierto.
No hay fin para el medio. Y la angustia asedia.
Su dirección es la creación.
Ahora pinto lo que rompo, canto cuando quiebro, y escribo ante flagelos.

viernes, 6 de julio de 2018

¡Ay!

Calla mi sombra entre recónditos lugares.
Ya no bailo, ni recreo gestos de alegría,
sin antes al menos sentir con-moción.
Otros y sus pasos, sus huellas y sonidos.
Otros ajenos que que no impactan sino con pactos.
Reglas de como jugar mientras se vive,
desgarrando el alma al decidir y despidiendo cuerpos que se abandonan.
'Mutar y existir'  como fantasía en una vida donde lo mismo se repite, disfrazado de escenarios contrapuestos.
Y al cerrar los ojos. Nadie se ha movido.
Las pausas son lógicas. Poco tienen que ver con el reloj que construimos para calcular lo que se escapa.
Es el acto nunca el tiempo el que marca un movimiento.
Ya no se quien habla entre estos dichos. Ya no se quien habla entre restos.
Ya nos se quien habla, entre.
Ya no se quien alba.
Ya no se quieren.
Ya no es.
Ya no?
¡Ay!



martes, 3 de julio de 2018

Entre los huecos del Ser

Entre tus manos, refugios.
En los silencios, ausencias.
La lluvia alimenta un deseo,
que vive en los ojos de nadie.
Pausas. Risas. Un verso.
Entre tus ojos, la pérdida.
En los silencios, presencias.

sábado, 23 de junio de 2018

Tiempo y cuerpo

Lo efímero y lo eterno son dos formas de nombrar las marcas en el cuerpo.
Marcas que modelan las miradas, las sonrisas y los secretos.
La esencia de una historia que no se cuenta más que como trágica, como loca y como escasa.
La esencia del tiempo se escapa en un suspiro.
La música cuenta los versos que le faltan al poeta. Cerca para el abismo lleno de voces que golpean al silencio.
La garantía de vivir, inexistente y fantaseada, es convocada ingenuamente en cada promesa.
Promesas siempre renovadas en el nombre de amor.
Y el amor, como tal sólo fluye entre las grietas, los deslices, y las sombras. Esas que hablan del ser y la verdad.


martes, 5 de junio de 2018

Mirar (nos)

En los efectos de una mirada inesperada puede un cuerpo mutar y ser otro.
Pero Ser.
Ser con ese ritmo acelerado en un pulso que interpela la voluntad.
Las miradas, de a dos.
Muchos entes entramados en ese silencio. Pero miradas, de a dos. 
¿Quién
mira?
¿Quién es mirado?
¿Quién se hace mirar?
....

La pasión sin tiempo, se escabulle en lo cotidiano, algunas veces con amor, y otras (muchas) con su envés, el horror.


sábado, 14 de abril de 2018

Colores.

Las palabras que marcan permiten la escritura.
Mi letra retumba en tus oídos mientras tu mirada fría y distante duda de mi voz.
No puedes saber qué tanto soy mientras existo.
Quizás mi nombre se llene de valor cuando sea lo único de mí que exista en este mundo.
Sin embargo me atrevo a vivir el riesgo y el vacío de enfrentarme ante mis dudas (que quizás también sean las tuyas)
¿Podré quizás atravesar un alma en el intento?
Tus labios cambian de color para enmarcar una sonrisa.
Las luces de mi cuerpo erógeno se encienden y alumbran la sombra que hasta ahora proyectaba.
Quizás las palabras se han transformado en vida. Achicando los miedos y aclarando los sonidos.
No te atrevas a olvidar que mi existencia tuvo causa y que por ello hoy deseo hacer de este tiempo una pintura.
Mis colores son del viento, ese que mueve mi deseo haciéndome correr tras él.
Correré aunque me pierda hasta que escuche el último suspiro...
...El de mi cuerpo agradeciendo lo sentido.
...o el de tu boca cuando ya no recuerde mis besos.

viernes, 2 de febrero de 2018

El riesgo de vivir.

Las elecciones y el alma se dejan ver a través del acto.
Puedo dilucidar nuevos sentires en la contradicción del temor ante lo que más he deseado.
No es una simple metáfora pensar en las dos caras de una moneda. Se trata de un desconocimiento en el reconocimiento de lo valioso.
Esa sensación vertiginosa de que la tragedia está por llegar, surge en los momentos de plenitud casi de manera impertinente.
Pausas que sumergen al sujeto en contemplaciones profundas y a veces paranoicas sobre lo que no es, pero cobra vida.
La ausencia de palabras impulsa al registro del malestar o a la busqueda silenciosa del mismo. 
¡Es que la felicidad tambien implica la renuncia de las certiumbres! (Y en ellas cree hasta el mas ateo). Pero lo razonable y lo coherente no aseguran lo verídico. Sino que confeccionan un guión que asegura una certeza que 'nos sirve' de sostén.
¿Acaso vivir implica soportar hasta morir?
Sentir, acerca al cuerpo a su lugar de origen, de donde nunca quiso salir y a donde siempre intenta volver por nuevos caminos. 
Pero los cuerpos anestesiados soportan, no se atreven a sentir. Porque sentir implica el movimiento y eso supone el riesgo de desaparecer mientras se vive. 
La muerte no llega por fuera de la vida, pero la vida no se siente si solo esperamos "a salvo", su final.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Sin duelos, duele.

Los restos de amargura siempre quiebran la fascinación de los artistas con la que montan esa escena casi mítica que la masa aclama .
Artistas cotidianos que entre instituciones y lazos, circulan para hacer lo que creen que es el deber.
Cuantas deudas se acumulan en el tráfico de vida.
El dolor hace preguntas.  Difícil decidir si es un aviso para emprender una salida o solo es el inicio de un camino dentro del círculo en el que se corre sin parar.
Duele cuando caen los esbozos de deseo puestos en figuras tan prometedoras como lábiles en su decir.
La palabra tiene a veces un peso singular, quizás encadenada en el orden del tener/deber/cumplir.

¿Cargas por la culpa o culpas por cargar?

Dilemas que atraviesan las noches con amor.  Del que se encuentra a solas. Donde no hay  más remedio para el silencio que sincerarse.



lunes, 16 de octubre de 2017

(Des)Tiempo

La vida y la historia se han pensado en una línea imaginaria que las vuelve equivalentes.
Solo al interrogar el tiempo se puede pensar de qué historia hablamos al intentar nombrar la vida.
¿Mi historia?, “¿La historia?”. Revestimientos de lo que impacta la carne.
Sólo el presente posibilita la acción, amarrando a ésta a las dimensiones ficcionales con estatutos de pasado o futuro.
Diálogo implícito que se repite en relaciones, culturas, literatura... Discusión. Desplazamientos de lo irrepresentable.
Verdad: ¿Una y absoluta o varias disímiles y contradictorias?
Habrá una respuesta distinta ante cada nueva pregunta que se lance al mundo como un juego de apuestas en el que, por supuesto, no existe un árbitro para delimitar quien resulta ganador. Por lo tanto, las reglas de este juego reflexivo que desgarra la imagen unificada de la vida, se tiñen de agresiva competencia, fundamentada con posiciones subjetivas reproductivas o creativas. Su condición de posibilidad, será el ser hablante.
Hablar, o quizás discurrir en el campo del sentido remite siempre hacia otra dimensión. Un túnel subterráneo, un código o como pueda ser representada.
Sin embargo, en este juego, ¿escuchar es posible?
Escuchar (en tanto sea posible) remite a captar algo de aquello que escapa a la palabra del otro. Por tanto, desde el lugar que nos toca, solo tomamos vestigios de las vibraciones suspendidas entre frases, para leer, interpretar, o solo sentir. Efectos que marcan y enmarcan un encuentro entre dos seres (y entre ellos muchos más)
Partiendo de la materialidad se llega al núcleo irreductible de lo que se hace presente en las sombras. ¿Allí somos o dejamos de ser continuamente?
Así es que miro la vida como fragmentos de escenas que entretejen una historia particular. Un nombre y un modo particular de enfrentar lo ansiógeno de lo desconocido. Al mismo tiempo, ese desconocer se compone de los restos de la escena completa que vivimos solo en el presente y que dura sólo segundos, aunque se escriba allí toda nuestra existencia.



Quizás cuando escucho tus palabras, investigo mi propia dimensión alterna. Así me distancio de todo lazo posible entre tu símbolo y el mío, pero desde la humanidad construimos el puente para pensar nuestra existencia”.